viernes, abril 21, 2006

Vídeo de Richard P. Feynman: El placer de descubrir

Hace poco más de una semana se ha publicado en Google Videos una entrevista que le hizo la BBC a Richard P. Feynman en 1981, titulada "El placer de descubrir". En ella comienza relatando cómo la ciencia le permite apreciar más tipos de belleza al contemplar una flor de los que es capaz de deleitar un artista, pues al reflexionar sobre la forma y el color de la flor se puede admirar cómo ha evolucionado, cómo los insectos detectan los colores y por tanto, de alguna forma, la belleza. Nos cuenta por qué no se debe enseñar álgebra a los niños como un conjunto de reglas que si se aplican tal como se enseñan llevan a obtener la solución, aun sin saber realmente lo que están haciendo,...

Cuenta cómo su padre le enseñaba a descubrir los principios subyacentes de su entorno cercano mediante la observación y no a categorizar y memorizar nombres. Su padre le leía párrafos de la Enciclopedia Británica sobre dinosaurios y se los comentaba con ejemplos cercanos para que pudiera comprender la dimensión de los dinosaurios. Su primer encuentro con el cálculo fue a los 13 años, cuando pidió en la biblioteca Calculus for the Practical Man, mintiendo al decir que era para su padre cuando la bibliotecaria le advirtió que no era un libro para su edad. Tras leer el libro, al explicarle el Cálculo a su padre, éste se puso a leer el libro sin entenderlo demasiado, lo que hizo pensar a Richard que de algún modo, él había aprendido por primera vez más que su padre.

Relata su paso por Los Alamos ayudando a construir las bombas atómicas y cómo le afectó sicológicamente el lanzamiento sobre Japón de las mismas.

Cuenta cómo le disgustan los honores, las distinciones como el propio premio Nobel que él recibió y que aprecia mucho menos que el placer de descubrir, de formular una teoría y comprobar que es correcta y que otros pueden aplicarla. Compara las distinciones como el premio Nobel con una ocasión en la que su padre, mostrándole una foto del Papa junto a un grupo de católicos, le explicó que la única diferencia entre esos humanos y el Papa era el nombre y el uniforme que llevaban puesto. Le disgustan tanto las distinciones que dejó su puesto en la National Academy of Sciences, pues al igual que en el club de los mejores alumnos del instituto, se pasaban el tiempo decidiendo quién era apto para ser admitido en la Academia, argumentando por ejemplo de la siguiente guisa: "los físicos tenemos que estar unidos, hay un químico que pretende entrar y no hay hueco para él...".

Feynman explica a grandes rasgos de manera comprensible para el profano lo que le ocupaba profesionalmente en el momento de la entrevista.

¿Cómo enseñar?. La teoría de Feynman es que no hay que tener método, no existe; hay que ser caótico, en el sentido de que tienes que intentar todas las formas posibles de enseñar algo cuando ves que no te entienden. En cualquier caso, dice Feynman, "después de muchos años no sé cómo hay que hacerlo". Hay demasiados tipos distintos de mentes, a cada una le interesan unos aspectos, se motivan de una forma distinta, y para explicarlo recurre a su familia, relatando cómo su hija y su hijo eran receptivos a métodos distintos de aprendizaje cuando eran pequeños, y lo que valía para él no le servía a ella

Debido al éxito de la ciencia, dice Feynman, han aparecido una especie de pseudociencias, como por ejemplo las ciencias sociales: siguen las formas, obtienen y acumulan datos, pero no descubren leyes; quizá algún día lo hagan, pero aún no ha ocurrido. Lo que hacen es generar expertos que mantienen unas u otras posturas acerca de múltiples asuntos no demostrados ni a favor ni en contra: expertos en alimentos orgánicos, etc. No son cuidadosos haciendo experimentos, comprobando resultados. Mitos, pseudociencias. Sospecho que no saben lo que están haciendo, me dan miedo.

Concluye Feynman diciendo que le interesa la ciencia porque quiere saber cómo funciona el mundo. Quiere descubrirlo, no hacerse una idea de cómo es y luego tratar de comprobarlo. Lo que me importa, dice, es descubrirlo. Es mejor vivir con dudas, sin saber las respuestas, que teniendo respuestas equivocadas.

Cautivador, gran narrador, Feynman.

No hay comentarios: