¿Conoces algún lugar que reseñe este tipo de material? Echo en falta un sitio donde se compilen y se ordenen los recursos disponibles, donde se comenten e incluso se ofrezcan planes de estudios, completos o parciales, con itinerarios formativos confeccionados a partir de estos materiales. Algo parecido están haciendo en The Personal MBA Manifesto.
Este tipo de recursos en la red podría servir para que los alumnos puedan completar la formación que reciban a partir de ahora de aquellos profesores españoles que, interpretando libremente las directivas boloñesas, decidan (respaldados oficialmente), dejar de deambular por las aulas y pasar a tutorizar desde el despacho o el avión.
La digestión de Bolonia podría terminar bien al fin y al cabo si los gobiernos siguen los consejos de esta receta:
Los alumnos asistirían a las clases asíncronas difundidas en Internet por universidades estadounidenses (gratis), y serían tutorizados por personal docente motivado contratado por empresas privadas, que instalarían universidades en la red. Para la comunicación con el alumno utilizarían tecnologías probadas como el correo-e, las bitácoras y wikis, VoIP y videoconferencias.
Se trataría de Universidades Obertas Españolas, con gestión privada pero de titularidad pública. El modelo no sería tan extraño para los alumnos: en muchas ingenierías los alumnos acostumbran ya desde hace décadas a acudir a academias privadas en las que pagan por la enseñanza que supuestamente les está dando la universidad en la que están matriculados. Se trataría de dar mayor relevancia a estas academias, haciendo que en lugar de enseñar a los alumnos a aprobar exámenes les enseñasen los contenidos de las materias que la universidad, oficialmente, renuncia a enseñar.
Las universidades actuales, por el momento, podrían quedar para cobrar una matrícula moderada a cambio de la cuál expedirían títulos oficiales al cabo de 4 años. La adaptación al nuevo sistema sería fácil, rápida, o inmediata. A cambio únicamente tendrían que dejar que las aulas fuesen utilizadas para que las empresas que realmente enseñasen a través de la red pudiesen hacer reuniones periódicas de socialización con sus alumnos, parte esencial de la enseñanza. De paso esto contribuiría a que los aularios se mantuviesen en pie unos años más, mientras se diseñan los planes inmobiliarios para su desmantelamiento definitivo.
Al profesorado actual no le costaría adaptarse al nuevo modelo: bastaría con convencer a los profesores de que se hace por su bien, para que puedan investigar más y mejor y alcanzar por fin los ansiados premios que hasta ahora les estaban vedados por culpa de las clases magistrales, Nobel incluído. Podríamos darles una carrera investigadora a todos nuestros profesores actuales, garantizada de por vida. Podríamos traernos incluso de vuelta a todos los "cerebros", grandes y pequeños, no para que den clase aquí, sino para que investiguen.
No es un problema la financiación como explico más abajo. De hecho se podrían duplicar los sueldos de todos lo profesores de ésta, la última generación de profesores universitarios públicos. Para financiarlo, el estado podría dejar de contratar desde ya mismo nuevo profesorado, y una vez desaparecida la generación actual de profesores universitarios podría cerrar las universidades tal como las conocemos hoy, manteniendo únicamente el personal administrativo que gestionase los pagos de matrícula y la expedición de títulos oficiales durante unos lustros. A partir de ese momento los edificios podrían venderse en el mercado libre. La ciudad universitaria de Madrid por ejemplo sería una fuente de ingresos considerable para el erario público.
Ahora caigo. Mi receta llega tarde: en esto consiste precisamente Bolonia: chicos listos. Al final va a resultar que la enseñanza pública estaba en buenas manos.
En cualquier caso, si la iniciativa empresarial española no supiese llevar adelante estos planes, la cosa tampoco es tan grave. Habríamos conseguido deshacernos del sistema caduco y medieval que representa el sistema universitario español. Seríamos un país de investigadores, que es lo que se lleva. Habríamos conseguido deshacernos de la pesada losa que supuso el ¡Qué inventen ellos!, pasando al más llevadero ¡Qué enseñen ellos! En lugar de mandar fuera a investigadores formados en España podríamos mandar fuera a sus hijos para que se formasen fuera y luego viniesen a investigar a la soleada España.
Al fin y al cabo, si los escandinavos no tienen una industria turística desarrollada y aún así les va muy bien, ¿por qué no podemos prescindir nosotros de un buen sistema (de enseñanza) universitario? Ellos nos mandan turistas y nosotros a cambio les mandamos estudiantes. Erasmus no ha sido más que un entrenamiento para Bolonia 2.0, al menos para España.
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